Jan 14, 2007

LA EDUCACIÓN SUPERIOR DURANTE LA COLONIA

En América Hispana las universidades fueron creadas para servir en forma simultánea al Estado y a la Iglesia, habiendo estado su carácter y estructura fuertemente influenciados por las universidades madres españolas, en especial la de Salamanca.

Las instituciones de educación superior existían primariamente para dar entrenamiento religioso, mirado como un servicio al Estado, ya que la mayoría de los graduados irían a ocupar cargos en la burocracia estatal. La universidad fue tradicionalmente una institución social elitista, una cuyas finalidades principales en América Colonial, fue la formación de la elite dirigente y más tarde, durante la República, la de la clase política.


Desarrollo universitario colonial
1.- En América Española la difusión de la cultura cristiana fue, junto con la colonización, preocupación preponderante de los conquistadores. Tan pronto conquistada o fundada una ciudad, se establecían en ellas las instituciones políticas, religiosas y educativas. La enseñanza escolar empezó temprano, con la funda-ción de colegios conventuales, el primero de los cuales aparece en Santo Domingo (1505), estableciéndose además algunos institu-tos independientes.

Los colegios para indios fueron importantes. Ya en 1513 la Co-rona de España dispone enseñar latín a indios escogidos de las Antillas y se fundan los primeros colegios en Perú y México (1523). En este último, además de religión y latín se enseñaba música, escultura, pintura y oficios. En 1536 se funda en la Villa de Tlaltelolco (hoy parte de la ciudad de México) el Cole-gio Imperial de Santa Cruz, para caciques, que tuvo entre sus enseñanzas la medicina indígena que los europeos quisieron apro-vechar y que de hecho aprovecharon. En San Francisco de Quito, en enero de 1535, los franciscanos abrieron en la nueva ciudad una escuela elemental y práctica para españoles y para indios, en la que se enseñaba a leer y escribir, lengua castellana, canto y cultivo de la tierra.

Una vez que los colegios y escuelas que fueron estableciéndose en las ciudades, se desarrollaban y crecían, aspirando a conver-tirse en universidades. Así en 1538, antes de cumplirse los cin-cuenta años del descubrimiento, se funda en Santo Domingo, a par-tir del Colegio de los frailes dominicos, la primera universidad con el nombre de Santo Tomás de Aquino.

En 1540, se crea una segunda universidad en esta misma ciudad y, en 1551, se crean las universidades de México y de Lima, inaugu-radas en 1553. La primera universidad ecuatoriana, fue fundada por los agustinos en 1586. El número de instituciones que tu-vieron o que se atribuyeron prerrogativas universitarias durante los casi 300 años de la Colonia, aunque fuese por poco tiempo; fueron 26, aunque nunca coexistieron todas juntas. Sin embargo, duran-te ese lapso formaron cerca de 150.000 profesionales, muchos de ellos mejores que los mejores de las universidades españolas. El carácter y estructura de las universidades durante la Colo-nia, creadas para servir en forma simultánea al Estado y a la Iglesia, estuvieron fuertemente influenciados por las universi-dades madres españolas, especialmente las de Salamanca y Ávila. En general, al igual que ellas, tuvieron cuatro Facultades: Ar-tes, Derecho, Medicina y Teología, aunque no siempre todas lo-graron completar las cuatro.


Aunque el Estado les confería la autoridad legal, la autoridad religiosa tenía también influencia importante, la que se mani-festaba a menudo por medio del "maestrescuela", que era un rela-cionador oficial entre la Universidad y la Iglesia. Este fun-cionario tenía ciertos poderes en relación con exámenes, que a veces sobrepasaban los del rector, aunque en otras materias actuaba solo como un segundo en la línea de autoridad, después de aquel.


Casi todos los rectores eran clérigos y la mayor parte de las universidades fueron organizadas por órdenes religiosas, las que proporcionaban no solo la mayor parte de los directivos, si no también de los profesores. La preparaci6n de los estudiantes es-taba orientada fundamentalmente a su capacitación para el servi-cio del Estado o para el estado religioso.

El Estado, la Iglesia y la Universidad constituyen durante la colonia una trilogía, que en alguna medida corresponde al Poder, el Dogma y el Saber, cuyas relaciones no estuvieron exentas de frecuentes rivalidades y conflictos. La universidad fue una de las pocas instituciones que gozó de una relativa autonomía en la época, aunque violada con frecuencia por la Corona o la Iglesia. Las Universidades Mayores dependían directamente de la Iglesia o la Corona, teniendo esta última la autoridad en la mayor parte de ellas.

2.- Las instituciones de educación superior tenían como función pri-maria dar entrenamiento religioso, mirado como un servicio al Estado, ya que la religión era el vínculo sagrado que unía a la trilogía Iglesia, Estado y Universidad, ya mencionada.

Además de universidades hubo en América un buen número de semi-narios teológicos, que a veces se adelantaron a las universida-des en la introducci6n de doctrinas filosóficas modernas. En los últimos años de la era colonial se fundaron otras institu-ciones educativas superiores como la Escuela de Minería (1792) y las Escuelas de Bellas Artes, en México (1783), en Guatemala (1797) y en otras ciudades, y hasta hubo centros especiales en el siglo XVI, como el Colegio de San Andrés en Quito (1553), pa-ra formar arquitectos, escultores y pintores. Dentro del mismo siglo XVI aparecieron ya en Quito, artistas mestizos e indígenas que con sus trabajos muy originales que fueron enriqueciendo templos y conventos coloniales en el Ecuador, dando origen a lo que se ha llamado Escuela Quito.

En el siglo XVIII se establecen las primeras bibliotecas públi-cas, el Jardín Botánico de México (1788), el Museo de Historia Natural y el Jardín Botánico de Guatemala (1796), el Observato-rio Astronómico de Bogotá y la Escuela Náutica de Buenos Aires (1799). Según escritos de Humboldt, a principios del siglo XIX "ninguna ciudad del Nuevo Mundo, sin exceptuar las de los Estados Unidos, poseía establecimientos científicos tan grandes y sólidos como los de la capital mexicana", que era la mayor ciudad de América en esa época con 113.000 habitantes, en contraste con Nueva York que tenía sólo 96.000. Además, según Humboldt, no había en Europa biblioteca especial de botánica comparable con la de Bogotá.


3.- Dos siglos y medio transcurrieron entre la fundación de la pri-mera universidad real y pontificia y el término de la era colo-nial española. Por esta época hubo en América Española veinti-seis universidades aproximadamente, diez mayores y quince meno-res. De estas últimas algunas eran universidades sólo de nom-bre, en tanto que ciertos colegios podían otorgar grados y había también muchos seminarios, algunos de gran prestigio.


4.- La expulsión de los jesuitas en 1767, aunque significó algún aumento de la libertad académica, fue acompañada por un mayor control del Estado sobre la Universidad. Las universidades y seminarios tomaron caminos divergentes, siguiendo las huellas de las tensiones de la Iglesia y el Estado.



Esta expulsión afectó fuertemente la difusión de la cultura, como en la Presidencia de Quito, por ejemplo, en que el Seminario de San Luis y la Universidad de San Gregorio Magno, que habían al-canzado gran prestigio, quedaron en completo abandono. Sin em-bargo, el Real Colegio de San Fernando y la Universidad de Santo Tomás de Aquino, siguieron adelante con la protección gubernati-va, hasta la emancipación y el advenimiento de la República en el Ecuador.

1 comment:

Zulma Guzmán said...

Se llamaba la escuela quiteña, en donde se formaban los artistas como Bernardo de Legarda, Miguel de Santiago, Pampite, CAspicara