Jan 14, 2007

Arquitectura y Construcción Maya

Por Hernán Ayarza Elorza
La civilización maya, la más avanzada de las grandes culturas de América Central, produjo una arquitectura espectacular. Decenas de ciudades y centenares de monumentos salpican la gran selva tropical de Guatemala, Honduras, Belice y México, así como la floresta de Yucatán. Los mayas fueron un pueblo que vivió en el sur de México y norte de América Central, siendo especialmente importante su presencia en Guatemala y en Belice. La aparición de los mayas llevaba muchos siglos cuando, durante las primeras centurias de la era cristiana, desarrollan su cultura, caracterizada por sus templos de piedra con bóvedas abocinadas, construidos en la cima de altas y empinadas pirámides, y estelas, monumentos conmemorativos de piedra, en forma de pedestal o losa, de sección rectangular, relativamente estrecha en relación a su altura, con inscripciones o esculturas en sus superficie, y alfarería policromada, que describen sus genealogías, victorias militares y otros logros.


Hay evidencia arqueológica que muestra que los mayas comenzaron a edificar arquitectura ceremonial hace unos 3.000 años. Ellos construyeron las famosas ciudades de Tikal, Palenque, Copán y Calakmul, así como muchas otras en la región bajo su dominio. Su imperio, basado en la agricultura, consistía en numerosas ciudades-estado independientes. Los monumentos más notables fueron las pirámides que construyeron en sus centros religiosos, junto con los palacios de sus gobernantes. Los mayas participaron en el comercio a larga distancia en Mesoamérica y posiblemente más allá comerciando, entre otros, cacao, sal, y obsidiana.

La arquitectura de los mayas es tan característica como la griega, la romana o la gótica y, aunque presenta variaciones locales, es de una naturaleza única. En Quintana Roo, Campeche y Chiapas, en Petén y en las tierras altas de la sierra volcánica guatemalteca, las tribus mayas crearon, entre el inicio de la Era Cristiana y el siglo XII, un número impresionante de monumentos, que los arqueólogos se han dedicado a excavar, estudiar y restaurar. Estas creaciones muestran un sentido artístico que floreció en el Nuevo Mundo, en una época en la que Europa conoció el apogeo romano, las grandes invasiones y los comienzos de la Edad Media, sin que hubiesen tenido contacto alguno con al mundo antiguo.

Si bien los mayas adoptaron un sistema original, su manera de construir presenta más de una similitud con la de las antiguas civilizaciones, tanto que con los del Viejo Mundo es tan evidente, que los primeros descubridores de las ciudades enterradas en la selva virgen de México y Petén pensaron que los amerindios habían recibido influencias de Egipto, Babilonia o de la antigüedad clásica. Por otra parte las similitudes con los monumentos de Angkor –bóvedas abocinadas, templos soportados por altas pirámides, etc.- hasta mediados del siglo XX seguían suscitando hipótesis de contactos con pueblos del otro lado del Pacífico.

La arquitectura maya
La arquitectura de los mayas constituye, sin duda, una de las más ricas expresiones artísticas que los precolombinos crearon para sus dioses y sus soberanos. Por este motivo dichas obras han merecido ser analizadas respecto a su significado y evolución, reglas que las rigen, y proyectos de sus autores. Este legado forma un verdadero hilo conductor que permite comprender mejor la principal civilización mesoamericana.

La civilización maya, la más avanzada de las grandes culturas de América Central, produjo una arquitectura espectacular. Decenas de ciudades y centenares de monumentos salpican la gran selva tropical de Guatemala, Honduras, Belice y México, así como la floresta de Yucatán. La arquitectura que se desarrolla al norte de ésta ofrece ejemplos admirables en cuanto a las formas y al decorado, que constituyen el apogeo del arte de construir de los mayas; tanto por la pureza de sus conjuntos, como por el rigor técnico de su realización; las construcciones de Yucatán encierran verdaderas obras maestras, como los edificios de Uxmal, Cava, Sayil o Labná, que datan del final de la época clásica, entre 800 y 900 dC. Durante la época postclásica, entre 900 y 1200 dC, la civilización maya sufre la influencia de las culturas que entonces dominan el altiplano. El resultado fueron unos monumentos grandiosos, síntesis fascinantes entre el arte autóctono y las corrientes centroamericanas, en vísperas del imperialismo de los aztecas de Tenochtitlán.

No cabe duda que dentro de la arquitectura precolombina, la producción de los mayas ocupa un lugar especial. Los mayas, que constituyen la civilización más importante de América Central, son autores de edificios que se distinguen de las construcciones de los demás pueblos del Nuevo Mundo. Las construcciones erigidas por los mayas poseen, en efecto, un sistema de cubierta de fábrica –la bóveda abocinada o falsa bóveda- ejecutada con argamasa mezclada con grava, lo cual constituye un hormigón casi monolítico. Esta particularidad ha hecho que los monumentos de esta cultura no solo hayan resistido mejor que otros los ataques del tiempo, de los hombres y de la naturaleza, sino que puedan seguir ofreciendo en la actualidad unos espacios internos casi intactos.

Si bien los mayas no usaron la rueda ni el torno, reinventaron las grandes leyes de la composición, propias del urbanismo y de la arquitectura: supieron jugar con los

espacios externos, los llenos y los vacíos, las plazas rodeadas de edificios, la alternancia entre las masas horizontales de los palacios y la verticalidad de las pirámides; utilizaron terrazas y explanadas para marcar los niveles de las construcciones; y supieron construir conjuntos jalonados de esculturas y articular el tránsito mediante verdaderos arcos de triunfo; en una palabra, convirtieron sus monumentos en signos externos de poder y de civilización. Figura 1.

Figura 1
Gran Plaza Ceremonial de Tikal

Por esta razón el estudio de la arquitectura maya constituye una de las mejores claves para comprender la extraordinaria cultura de esos pueblos que se desarrollaron en un mundo tropical y exuberante, manteniendo una incesante lucha con una naturaleza con frecuencia hostil al hombre, y que ellos convirtieron en su entorno cotidiano.

Los templos piramidales
Con frecuencia los templos religiosos más importantes se construían en la cima de las pirámides mayas, posiblemente por ser el lugar más cercano a los cielos. Estos templos-pirámides, altos y empinados, tenían una escala estrecha, de piedra, para subir hasta el templo, ubicado en la cúspide de su pirámide. En los principales espacios había muchas pirámides, algunas de gran altura comparadas con las otras más pequeñas, de carácter secundario, cuya distribución relativa tenía que ver con los puntos cardinales.
Figura 2
Templo pirámide en Tikal

El templo, que se veía pequeño en relación con su base, consistía en dos habitaciones, una tras la otra, de las que la primera se habría a la fachada por una o tres puertas. Ambas tenían por cubierta las clásicas bóveda abocinadas mayas, separadas por un muro de albañilería.

Debajo de los orgullosos templos estaban las pirámides que eran, en última instancia, una serie de plataformas con empinados escalones que permitían el acceso al templo como se aprecia de la Figura 1, que corresponde a una pirámide y templo en Tikal. Figura 2.

Los mayas erigian sus templos sobre inmensas pirámides construidas con basamentos escalonados. y cada cara de la pirámide disponía de una escalera que conducía al templo propiamente dicho. Este último era de piedras cuidadosamente labradas y su única planta estaba adornada exteriormente con una exuberante decoración de estuco, mientras que el interior estaba decorado con pinturas al fresco. Figura 2

Entre las más bellas realizaciones arquitectónicas correspondientes al período clasico (ss. Vll Vlll) se citan la casa del Gobernador, la casa de las Monjas y la casa del Adivino, en Uxmal, y el templo de las Inscripciones y el templo del Sol, en Palenque. En 1952, en la cripta del templo de las Inscripciones y bajo una losa adornada con un admirable altorrelieve que representa el Árbol de la Vida, se descubrió el esqueleto de un rey-sacerdote cubierto de ornamentos y de joyas de jade, entre ellos una bellísima máscara (Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México) Cuando las tribus primitivas -en el periodo arcaico o formativo, entre los años c.2.500 y 1.300 aC, construyeron los primeros conjuntos religiosos, concibieron la morada de sus dioses del mismo modo que la choza: paredes de caña y barro, y techumbre de hojas de palma, distinguiéndola de las viviendas por la altura de las plataformas sobre las que se levantaban. Estas terrazas, hechas de materiales que se habían ido acumulando a lo largo de los siglos, constituyeron la base de los templos. Ensanchándolas y elevándolas, los mayas edificaron inmensos pedestales de forma piramidal que soportaban la casa del dios.

El trabajo del estuco alcanzó su maxima perfección en Palenque, y así lo demuestran los personajes de tamaño natural representados por las cabezas de guerreros encontradas en la cripta del templo de las Inscripciones. El periodo tolteca derivó hacia una arquitectura oficial, pero los templos siguieron siendo numerosos: en Chichén Itza, el templo de los Jaguares y el de los Guerreros (precedido éste por la plaza de las Mil Columnas), el tzompantli (en el que se amontonaban los cráneos de las víctimas representadas en los bajorrelieves laterales), el mercado y el castillo constituyen, junto con el Juego de Pelota y la tumba del Gran Sacerdote, uno de los más importantes conjuntos del arte maya-tolteca.

La yuxtaposicióin de motivos pertenecientes a ambas civilizaciones caracterizo a la escultura, en la que, sobre todo, se repite la máscara con nariz en trompa del dios tolteca de la lluvia, Chac, representación del lucero del alba. Los mayas hicieron un notabilisimo invento arquitectónico: la falsa boveda o bóveda en saledizo, también llamada bóveda triangularo (sirva de ejemplo la de la casa del Gobernador, en Uxmal).

Lo esencial de la escultura, siempre estilizada y decorativa, está representado por los bajorrelieves, cuya exuberante profusión justifica hasta cierto punto el calificativo de barrocos. Constantemente se repiten glifos y signos celestes (estrechamente relacionados con el calendario maya), jeroglíficos, figuras humanas vistas de perfil y emplumadas con motivos geométricos. La escultura en altorrelieve es poco frecuente, pese a ello se han encontrado estelas en verdad admirables (Copán).

Mención especial merecen las numerosísimas estatuillas en terracota, cuya variedad (mujeres. sacerdotes, guerreros, jugadores de pelota, actores y bailarines) solo es comparable a la vivacidad y a la expresividad de que fueron dotadas (600 a 950 dC.) sobre todo en la región noroeste del Yucatán. Nada sabríamos de la riquísima pintura mural maya de no ser por el conjunto de frescos descubierto en 1945 en el templo llamado ahora de las Pinturas, en Bonampak. Figura

Figura
Mural de Bonambak

A modo de epílogo
Uno de los misterios más fascinantes para los historiadores del mundo precolombinos es la desaparición de los mayas. Su decadencia ha parecido misteriosa a los diferentes autores que han estudiado la extinción de esa cultura tan avanzada. Para explicarla los especialistas han invocado las más variadas razones, que se expusieron en el artículo anterior.

La agonía de ciudades mayas más importantes de refleja en la interrupción repentina de las inscripciones que empiezan a escasear o desaparecer de los monumentos entre los años 795 y 909, Así, en poco más de un siglo, la brillante cultura de los mayas se detiene, sus tradiciones caen en el olvido y las tribus entran en decadencia, una tras otra y sus ciudades son cubiertas por la selva.

1 comment:

okalracine said...

How to Make a Stainless Steel T-Shirt in a Winter
The T-Shirt is titanium frames a 2018 ford fusion hybrid titanium stylish and titanium carabiners stylish way to show your true T-Shirt design, with two stylish pockets for titanium glasses quick titanium uses and easy wear.