Dec 5, 2006

Descubrimiento de América. Primera Parte: LOS PRIMEROS POBLADORES DE AMÉRICA

Este es el primer aporte de Hernán Ayarza Elorza. Es parte de 7 artículos sobre la construcción de nuestra Multi América.

"Los europeos que desembarcaron durante los siglos XV y XVI en América, encontraron pueblos poseedores de una riquísima historia milenaria con diversos grados de desarrollo cultural que, como se sabe ahora, eran descendientes de clanes cazadores y recolectores nómadas que llegaron alrededor de unos 20.000 años atrás, pasando de Asia a América por el estrecho de Bering. Seguían a las manadas de las grandes bestias del Pleistoceno, como el mamut, el bisonte, los camélidos, etc, que eran su principal fuente de alimento proteico."

En este estrecho, a fines de la última glaciación, que duró aproximadamente del año 70.000 al 7.000 aC, se había producido un descenso en 100 metros del nivel de las aguas, que cubren la plataforma continental que une la península siberiana de Chukotsky con la península de Seward en Alaska.

Esto dejó en seco una gran plataforma de tierra continua que unía Asia y América por el que pasaron los migrantes. Esta plataforma, hoy sumergida a una profundidad media de sólo 40 metros, constituyó la gran masa de tierra continua entre ambos continentes, llamada el paso de Beringia, cuyo ancho osciló entre los 50 y los 80 kilómetros, de tundra cubierta de taiga seca.

La distancia entre el continente euroasiático y América es de unos 90 kilómetros, encontrándose en medio las islas Diómedes y, un poco más al sur, las islas Aleutianas, lo cual, perfectamente, pudo hacer más fácil el paso de una a otra masa continental

Sobre la antigüedad de las primeras oleadas migratorias, en las últimas décadas se han incrementado las evidencias de presencia humana más remota en nuestro continente. Así, la teoría de Hrdlika, firme partidario de un poblamiento reciente (12.000 años), ha sido ampliamente superada por nuevos hallazgos, así como también su tesis monorracial que ha sido criticada por Paul Rivet y Mendes Correa, quienes consideran que, aparte de los mongoloides que llegaron por el estrecho de Bering, también llegaron otros grupos migratorios paleolíticos, como melanesios y australianos por el Pacífico, sosteniendo ambos una tesis multirracial.

A fines del siglo XIX, las ideas de los científicos defensores de las teorías inmigracionistas, que sostenían que América había sido poblada por oleadas provenientes de otras regiones del planeta, habían empezado a imponerse, siendo consideradas hoy, como las más cercanas a la verdadera historia del poblamiento inicial del continente. Los más renombrados estudiosos del tema durante el siglo pasado, fueron el checo-estadounidense Alex Hrdlicka, el francés Paul Rivet y el portugués Mendes Correa, verdaderos clásicos de la antropología americana, aunque discrepan en algunos aspectos sobre los orígenes de los primeros pobladores del continente.

Según Hrdlicka, de acuerdo con su teoría del origen único, los primeros pobladores de América habrían sido cazadores paleomongoloides asiáticos, que ingresaron por el Estrecho de Bering, a fines del período Pleistoceno de la última Edad del Hielo. Las oleadas migratorias habrían seguido por el valle de Yukon de Alaska, hacia el sur, dispersándose después por el resto del continente

La teoría de la inmigración asiática de Hrdlika, firme partidario de un poblamiento reciente (12.000 años), se apoya, básicamente, en las semejanzas antroposomáticas que existen entre los asiáticos y americanos, tiene detractores, siendo el punto más atacado su tesis monorracial. Sobre la antigüedad de las primeras oleadas migratorias han aumentado, durante las últimas décadas, las evidencias de una presencia humana más remota en el continente americano, superando ampliamente la antigüedad que plantea Hrdlika.

La teoría de Paul Rivet sostiene que la población indígena americana, ha resultado de un cierto número de migraciones, unas por el estrecho de Bering y otras a través del Pacífico, con lo que refuta la tesis monorracial de Hrdlicka, al postular la existencia de varias corrientes migratorias aparte de la asiática mongoloide, estableciendo que América también fue poblada por melanesios y polinesios llegados por rutas transpacíficas, aceptando, incluso, la posibilidad de una inmigraciónaustraliana. Por esto la teoría de Rivet es llamada “polirracial”.

El portugués Mendes Correa ha sido el principal defensor de una inmigración australiana, a través de la Antártica. Según el antropólogo lusitano, los australianos, navegando en sencillas balsas, habrían llegado a Tasmania, a las islas Auckland y a la Antártica. Este frío continente pudo ser atravesado, posiblemente, cuando pasaba por un período de clima óptimo, unos 5.000 años aC. Después de varios siglos de recorrido por las costas antárticas, habrían arribado al Cabo de Hornos, en Tierra del Fuego, poblando más tarde la Patagonia.

Paul Rivet no encuentra inverosímil esta hipótesis, considerando que ha habido extensiones glaciares mayores que en los tiempos actuales, existiendo períodos de regresiones glaciares e interglaciares, como en el hemisferio norte, lo que podría haber dejado una faja libre de hielos en la costa antártica, permitiendo el establecimiento de humanos. Por analogía con lo conocido en el hemisferio norte, se podría situar esa sazón hacia unos 6.000 años antes del presente actual.

Los inmigrantes maoríes, aprovechando sus excelentes técnicas de navegación, habrían cruzado el Pacífico en viajes muy recientes –desde el primer milenio dC- para llegar a las costas occidentales de Sudamérica.

Ya en el continente, estos “paleoamericanos” como se les podría llamar, se desplazaron lentamente por América del Sur, llevando una vida nómada. Con el tiempo, diversos grupos se establecieron en diferentes regiones del continente donde, luego de un largo período de vida sedentaria, dieron origen a distintas culturas aborígenes, destacando algunas con un alto nivel de desarrollo, como las que encontraron los conquistadores españoles, destacando entre ellas, los aztecas, los mayas y los quechuas.

Los arqueólogos buscan incesantemente restos líticos y óseos que puedan informar de manera fidedigna sobre la historia del poblamiento inicial del continente americano. En casi todos los países de América, se han encontrado restos arqueológicos, algunos de los cuales sobrepasan los 30.000 años de antigüedad; sin embargo, la mayor parte de estos descubrimientos son desestimados por la comunidad científica cuando son escasos o no acreditan una clara intervención humana.

Las tradiciones líticas confirmadas más antiguas de América, corresponden a las puntas de flecha Clovis (11.000 aC) y Folsom (9.000 aC). Las puntas Clovis, halladas principalmente en Nuevo México, son acanaladas, de 10 a 12 centímetros de largo y casi perfectamente simétricas, bifaciales y filudas. Las puntas Folsom son acanaladas pero de menor tamaño, siendo muy eficaces para la caza del bisonte lanudo, la presa preferida de los cazadores ante la extinción de los mamuts. El bisonte se convirtió en el principal sostén de los amerindios paleolíticos que aprovecharon al máximo su carne en la alimentación, su cuero para el vestido y la vivienda, su estiércol seco como combustible y sus grandes cuernos y dientes, en la fabricación de utensilios, armas y adornos.

En 1976 se descubrió, al oeste de Puerto Montt (Chile), un importante yacimiento arqueológico, donde se han hallado rastros de la presencia humana de tal antigüedad, que cuestionan las teorías sobre la llegada del hombre a América en el tiempo. Las primeras excavaciones dataron fechas de presencia humana con una antigüedad de 12.500 años aC, lo que hace que se considere a Monte Verde, el sitio verificado más antiguo habitado por seres humanos.

Los descubrimientos arqueológicos de Monteverde y otros como Piedra Museo (Argentina), Piedra Furada (Brasil) y Topper (EE UU) han obligado a replantear completamente la teoría sobre el poblamiento tardío de América, que sostiene que el hombre ingresó al continente hace aproximadamente 13.500 años, dando fundamento a una nueva teoría, del poblamiento temprano, que ubica la fecha de ingreso entre los 23.000 y los 50.000 años antes el presente modificando, al mismo tiempo, las teorías sobre las rutas de entrada y difusión por el continente.

No comments: