Dec 14, 2006

Expediciones Científicas en las Américas. Tercera Parte: CLAUDIO GAY Y SUS EXPEDICIONES CIENTÍFICAS EN CHILE

Por Hernán Ayarza Elorza

Claudio Gay Mouret nació en la localidad de Draguignan, Provenza, Francia, el 18 de marzo de 1800. Hijo de Jean Gay y Therèse Mouret, perteneció a una familia dedicada a la agricultura, que hizo grandes esfuerzos para poder enviar a su hijo a educarse a París. Gay estudió Botánica, colaborando en sus días de estudiante como recolector de muestras vegetales con sus maestros, llegando a ser un renombrado naturalista.

Se le considera el fundador de la ciencia en Chile, habiendo sido el primero en aplicar un método científico y sistemático a una investigación. Él funda no sólo las ciencias naturales sino también las históricas, ya que fue el primero en escribir una historia de Chile, aunque no el único, ya que después, por nombrar a sólo dos, están Domeyko y Phillipi. Pero Gay es fundacional. Sus textos y sus imágenes ponen en la nación una impronta que permanece hasta hoy. Los demás complementan con grandes aportes, cada uno en su especialidad.

Expediciones de Gay en Chile

Claudio Gay llegó a Chile en 1828, contratado como docente por el Colegio de Santiago, que dirigía don Andrés Bello, para hacerse cargo de las cátedras de Física y Química: dado que los alumnos mostraron poco interés por ellas, más tarde se agregó un curso optativo de Geografía Regional. Sus actividades le dejaban bastante tiempo para investigar la naturaleza en los alrededores de Santiago, lo que lo hizo conocido entre algunas autoridades del gobierno, que desde hacía años tenían la idea de realizar un estudio científico del país.

Es así que en 1830 suscribió un contrato con el Gobierno de Chile, por el que se comprometía a efectuar un viaje científico por el país, para dar cuenta de sus recursos naturales y elaborar un catastro para el Estado. Las autoridades, por su parte, le asignaron una remuneración y le dieron todas las facilidades posibles al investigador.

El contrato para la investigación se formalizó el 14 de Septiembre de 1830. en el que se estipulaba que Gay debía recorrer el país por tres años y medio, para "...dar a conocer las riquezas del territorio de la República, para estimular la industria de sus habitantes y atraer la de los extranjeros...". Para cumplir con estos objetivos, el científico debía estudiar la flora, fauna, geografía, geología, y hacer una estadística de la producción, comercio y demografía chilenos. Después de cumplido el cuarto año, debía presentar una historia natural y una geografía física y descriptiva del país, con láminas, mapas y dibujos. Además, con las muestras botánicas, zoológicas y minerales que reuniera, su misión era organizar un gabinete para sus colecciones. Su sueldo se fijó en 25 pesos mensuales.

Comenzó su expedición a fines de ese año, viajando por la región de Atacama y de Colchagua. Durante los años siguientes el científico recorrió diversos lugares de Chile, entre ellos el archipiélago Juan Fernández (1832), la isla de Chiloé (1835), y la zona central (1837), realizando un estudio científico del país, que se desarrolló hasta 1834.

En su primer viaje de exploración por la región de Colchagua, Claudio Gay, expedicionario inquieto y curioso, en cada lugar que recorría quedaba maravillado al encontrar alguna especie de la naturaleza que no estuviera entre sus conocimientos. Era infatigable frente a las incomodidades del clima. Más tarde, recorrió parte del Desierto de Atacama. Estas expediciones le hicieron darse cuenta de dos problemas. Por una parte, necesitaba más tiempo para recorrer todo el país y contar con colaboradores para las observaciones y mediciones, y por otra, requería mejores instrumentos científicos.

En 1832 Gay, con la anuencia del Gobierno, viajó a Francia para comprar los elementos que necesitaba para cumplir a cabalidad su misión. Mientras se encontraba en el puerto de Valparaíso esperando su barco, se le presentó la oportunidad de visitar las Islas Juan Fernández por primera vez, cuya exuberante vegetación lo dejó asombrado.

Al llegar a Francia, los científicos quedaron sorprendidos con los ejemplares botánicos, zoológicos y minerales que llevó. Luego de conseguir en París los mejores instrumentos científicos que existieran, con los más destacados artesanos, regresó a Chile a continuar sus exploraciones.

De vuelta en Chile, se trasladó a Valdivia a fines del año 1834, siendo uno de los primeros europeos que tras casi 200 años se atrevió a entrar en ese hostil territorio indígena. En sus expediciones contaba con intérpretes para tratar con los caciques pudiendo Gay, de este modo, conocer sus costumbres, las que hizo ampliamente conocidas gracias a los dibujos y bocetos que realizó. Después de un año en la boscosa zona de Valdivia, viajó a Chiloé donde estuvo algunos meses. Más tarde continuó su viajes explorando Talca, Concepción y Coquimbo.

Ya en Santiago, el investigador dio cuenta al gobierno de sus trabajos. Había estudiado a cinco cuadrúpedos, 213 pájaros, 21 reptiles, 47 peces, 2.557 invertebrados y 1.320 especies vegetales. Además, trajo numerosos volúmenes con anotaciones y dos volúmenes con 1.437 dibujos de objetos naturales, mapas e informaciones geográficas.

En 1835 el Gobierno le entregó un edificio para que organizara y clasificara en los estantes sus muestras, dando origen al Museo de Historia Natural.

El 29 de diciembre de 1841, antes de que regresara a Francia, el gobierno de don José Joaquín Prieto le concedió por gracia la nacionalidad chilena y un premio de seis mil pesos. En 1843 fue designado miembro de la Universidad de Chile. Los resultados finales de su trabajo fueron publicados en su voluminosa Historia Física y Política de Chile.

La Historia Física y Política de Chile

Este libro significó la orientación filosófica y metodológica de la historiografía nacional del siglo XIX, que ya habían empezado a discutir Andrés Bello y José Victorino Lastarria. Antes de realizar interpretaciones filosóficas del pasado, era necesario reunir gran cantidad de documentos y estudios monográficos.

Gay escribió más de 14 estudios de sus investigaciones en revistas extranjeras, en los Anales de la Universidad de Chile, y en los periódicos El Araucano y en El Agricultor. Al crearse la Universidad de Chile en 1843, Gay fue designado miembro de esta institución; además fue miembro de la Academia de Ciencias (1856), así como del Instituto de Francia, el más alto lugar para los intelectuales franceses.

En 1841 Claudio Gay viajó a París para imprimir su obra. En octubre de 1842, en la Sociedad Geográfica de esa ciudad, el científico leyó una memoria de sus exploraciones en Chile, lo que le valió ser elegido miembro de número de aquella institución.

En Francia, se preocupó de terminar los libros que contendrían el resultado de sus investigaciones. De esta manera, en 1844 concluyó el primer volumen de la Historia Física y Política de Chile.

La publicación de los treinta tomos de esta monumental obra se extendió hasta 1870. Los ocho primeros tratan de la Historia Política (1844-1854); otros dos contienen documentos históricos reunidos en diversos archivos nacionales y extranjeros (1870-1871); ocho tomos son sobre Botánica (1845-1852); ocho tomos de Zoología (1847-1854); dos tomos constituyen un atlas con dibujos de las especies naturales, mapas de diversas regiones, grabados de paisajes, tipos humanos y costumbres chilenas (1844-1855) y, finalmente, dos tomos detallan un estudio sobre el estado de la agricultura chilena (1862-1865).

La publicación de estos libros incorporó la naturaleza de Chile al universo taxonómico europeo, haciendo conocidos los recursos naturales del país, y el gigantesco trabajo de Gay acerca de Chile.


Atlas de la Historia Física y Política de Chile

Mención especial por sus características merece este Atlas de Gay. Considerado uno de los libros más preciados del siglo XIX, fue editado por primera vez entre los años 1844 y 1855, como parte del estudio general publicado en 28 volúmenes referido anteriormente. El Atlas contiene mapas de diversas regiones, grabados de paisajes, tipos humanos y costumbres chilenas, además de dibujos de especies naturales. Son 315 láminas seleccionadas por el naturalista de entre más de 3.000 dibujos que esbozó durante su largo viaje.

Esta obra constituye una fuente inestimable e ineludible para conocer el nacimiento de Chile como república independiente, ya que “…ofreció por primera vez la fuerza de la imagen como instrumento de divulgación de Chile, no tan sólo en la perspectiva del conocimiento científico sino también de la fisonomía y naturaleza de una sociedad que se da a conocer a través de la representación de sus modelos sociales, ambientes propios, tareas y diversiones características.”2

La Editorial Universitaria ha publicado cuatro álbumes con una selección de láminas del Atlas de Claudio Gay, “Imágenes de Chile”, en tres serie de 10 láminas cada una; 1ª y 2ª series (1994), 3ª serie (1996) y “Aves de Chile” 13 láminas (1996)

Los últimos años

A los 60 años, Gay decidió volver a Chile (1863). "Antes de morir -le escribió a Barros Arana- he querido ver una vez más este hermoso país y los excelentes amigos que aquí poseo y que me serán siempre tan queridos".

El gobierno de don Manuel Bulnes lo recibió con honores y el Congreso aprobó para él una renta vitalicia de dos mil pesos anuales. Dejó Chile a fines de ese mismo año. Pasó el resto de sus años en París, viviendo los convulsionados eventos de la Comuna y la guerra con Prusia.

Por sus primeras investigaciones, el gobierno de Francia le confirió la Legión de Honor En 1856 fue declarado miembro de la Academia de Ciencias de París, así como del Instituto de Francia. Vivió sus últimos días en su tierra natal de Provenza, donde falleció el 29 de noviembre de 1873.

Reencuentro con Gay

El hallazgo reciente en el sur de Francia de importantes escritos inéditos de Claudio Gay tendrá una gran repercusión en los estudios históricos del gran naturalista, considerado por muchos como el fundador de las ciencias naturales y sociales en Chile.

El historiador chileno Luis Mizón concretó el hallazgo en 1999, con la ayuda de un descendiente de Gay, quien lo orientó e introdujo en la Sociedad de Estudios Científicos y Arqueológicos de Draguignan, su ciudad natal y en la fue sepultado después de su fallecimiento, donde encontró gran cantidad de manuscritos, la mayor parte inéditos.

El historiador Minzón ha publicado un libro3 en el que se da a conocer el descubrimiento y que constituye una introducción general de la obra inédita de Claudio Gay, situándolo en el contexto de la política cultural emprendida por el Estado chileno a partir de 1830.

Sin duda que la publicación de los documentos inéditos del naturalista, así como la reciente reedición del Atlas de la historia física y política de Chile, representan un acontecimiento fundamental para la historia nacional, además un testimonio de la valorización del patrimonio cultural y natural del país.

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Dec 5, 2006

Expediciones Científicas en las Américas. Segunda Parte: CHARLES DARWIN Y EL VIAJE DEL BEAGLE

Por Hernán Ayarza Elorza

Hasta llegar a una teoría de la evolución de las especies, como lo haría Charles Darwin luego de su famoso viaje alrededor del mundo, hubo que superar varios problemas conceptuales de la cultura de la época.. Pese a que Anaximandro de Mileto (siglo VI aC) había intuido la idea de la evolución de los seres vivos, hasta pasada la mitad del siglo XIX el pensamiento occidental tenía una concepción fijista de la vida, según la cual los seres vivos tienen formas inalterables, siendo hoy tal y como fueron creados desde el comienzo. Obviamente el fijismo va apareado con el creacionismo bíblico, siendo por esto apoyado por las religiones basadas en la Biblia lo que ha significado, hasta hoy, una lucha entre dos concepciones del mundo.

El naturalista inglés Charles Darwin (1809-1882), reflexionando sobre la multitud de observaciones hechas acerca de la Tierra, durante los cinco años de exploraciones a bordo del Beagle, publicó en 1859 su libro El origen de las especies por medio de la selección natural, que sentó las bases de de la teoría moderna de la evolución, con el concepto del desarrollo de todas las formas de vida, a través del proceso lento de la selección natural. Su trabajo tuvo una influencia decisiva sobre las ciencias de la vida y de la tierra y sobre el pensamiento moderno en general. Hoy es una conclusión científica establecida con el mismo grado de certeza que otros conceptos como la redondez de la tierra o el movimiento de los planetas.


Introducción

Charles Darwin nació Shrewsbury, Inglaterra, al 12 de febrero de 1809. era hijo y nieto de médicos. Su abuelo Erasmus Darwin, a quien no alcanzó a conocer, fue un célebre médico y poeta del siglo XVIII, eminente por sus conocimientos de ciencia, literatura y filosofía. Erasmus había expuesto en 1794 en su obra Zoonomia, or the Laws of Organic Life, ideas acerca de la evolución biológica, las cuales aunque vagas e inciertas dado el nivel alcanzado por la biología de entonces, seguramente influyeron en la mente de Charles.

Después de graduarse en la escuela de su ciudad natal en 1825, fue a la Universidad de Edimburgo a estudiar medicina, carrera para la que no tenía aptitudes; la dejó en 1827 para estudiar teología en la universidad de Cambridge y convertirse en ministro de la Iglesia de Inglaterra. Uno de su profesores en Cambridge, el botánico Dr. Henslow le hizo recuperar su interés por las ciencias naturales, en especial la geología, la botánica y la entomología. Durante su último año en Cambridge, Darwin leyó con profundo interés las Memorias de Alexander von Humboldt2, quién en cinco años de viajes por Sudamérica contribuyó al progreso de la geología, la la física, la geografía y la mineralogía, lo que también fue para Darwin otro estímulo para su curiosidad científica.

Este mismo profesor lo recomendó para embarcarse en el Beagle como naturalista de la expedición del capitán Fitz Roy, con quien recorrería durante dos años América del Sur y durante los tres siguientes, las islas del Pacífico. El H.M.S. Beagle era un barco hidrográfico y de investigación fletado por el Gobierno británico, comisionado para continuar el estudio de las costas de Patagonia y Tierra del Fuego, iniciado en un viaje anterior, y examinar las costas de Chile, Perú y algunas islas del Pacífico, con el objeto de obtener información para elaborar nuevos mapas y cartas marinas, obtener una serie de medidas cronométricas, estudiar las condiciones climáticas y recoger colecciones geológicas, botánicas y zoológicas.
El viaje sudamericano de Darwin

Darwin zarpó en el Beagle desde el puerto de Plymouth el 27 de diciembre de 1831 y regresó a Inglaterra el 2 de octubre de 1836. En su larga travesía la nave visitó Tenerife, las islas del Cabo Verde, la costa brasileña, Montevideo, Tierra del Fuego, Buenos Aires, Chile, Perú, Galápagos, Tahiti, Nueva Zelanda, Australia, Tasmania, isla de los Cocos, Mauricio, Santa Elena, Ascensión, Brasil, las Azores e Inglaterra.

Durante el viaje Darwin observó y recolectó toneladas de muestras de rocas y miles de ejemplares de vegetales y animales, que mantuvieron ocupados a los naturalistas del Museo Británico durante varios años. Extrajo además numerosos restos fósiles de los acantilados y estudió los secretos de los arrecifes de coral

Charles Darwin estuvo casi dos años en Chile (1832-1835), efectuando numerosas y extensas excusiones a pie, a caballo y por mar, recorriendo gran parte del país Así, en Tierra del Fuego, Chiloé, Valdivia, Concepción, Santiago, Valparaíso, Chile Central, Coquimbo, Copiapó e Iquique. Internándose en la Cordillera de los Andes en varios lugares, describió magistralmente y en forma amena el Chile de la época, su gente, paisaje, suelo, flora y fauna3.

Los hallazgos que el entonces joven naturalista hizo en geología, botánica, zoología, paleontología y antropología fueron un valioso aporte al material con que posteriormente elaboró sus dos obras inmortales: El origen de las especies (1859) y El origen del hombre (1872)

Las cosas que aprendió, el material que coleccionó y las oportunidades de observación que tuvo durante el viaje fueron de incalculable valor. Recolectó especímenes de muy diferentes grupos de organismos, desenterró importantes fósiles, dedicó mucho tiempo a la geología, pero sobre todo observó la naturaleza y se hizo innumerables preguntas sobre el cómo y el porqué de los procesos naturales. Darwin recogió gran cantidad de interesantes observaciones, que le llevaron a meditar sobre temas importantes, como las adaptación de los seres vivos, la diversidad de las especies y sus relaciones mutuas, la lucha por la existencia y la formación de los atolones de coral

Al reflexionar en profundidad sobre la naturaleza de las especies vivas de la flora y fauna, pensó que la vida es evolución y que unas especies se originan de otras por medio de la selección natural, conceptos básicos de la Teoría de la Evolución, que propondría de vuelta a Inglaterra en los dos libros mencionados anteriormente
Desarrollo de la teoría de la evolución

A partir de su regreso a Inglaterra, el 2 de octubre de 1836, Darwin ordenó sus colecciones, y emprendió la tarea de preparar el material que había traído consigo, coordinar los resultados obtenidos durante su viaje, escribir sobre el material recolectado, frecuentar reuniones científicas y tomar contacto con numerosos científicos con el fin de que el material reunido fuese descrito en la relación oficial de la expedición.

Entre julio de 1837 y octubre de 1839 Darwin elaboró completamente la teoría de la evolución en unas 900 páginas de notas privadas. Durante 1838 asume el cargo de secretario de la Sociedad Geológica de Londres. Entre 1839 y 1842 se publicaron los cinco volúmenes de la obra Zoology of the Voyage of the Beagle con el auspicio del gobierno, compilada por los principales especialistas de la época, a la que contribuyó redactando la introducción y numerosas notas, actuando como editor y asesor. Esta obra los descubrimientos del viaje del Beagle para el público no especializado, convirtiéndose en uno los libros de viajes más leídos del siglo XIX.

Durante 1839, publicó su primera obra importante, su diario de viaje, que con el título de Journal and Remarks, 1832-1836 (Diario y Observaciones, 1832-1836) que aparece como el tercer volumen del informe completo del viaje del Beagle, libro que fue muy bien acogido por la opinión en general alcanzando un éxito inmediato. En 1845 se lanzó una segunda edición, con el título de Journal of Researches into the Geology and Natural History of the various countries visited by H. M.S. Beagle around the world, under the command of Capt. Fitz-Roy.

Esta segunda edición apareció notablemente corregida y aumentada por Darwin. En adelante su éxito fue completo y las ventas crecieron en sucesivas ediciones, traducidas a diversos idiomas y distribuidas por todo el mundo, con el título más sencillo de A naturalist´s Voyage (Viaje de un naturalista alrededor del mundo), en el que realiza una representación precisa de sus observaciones, exponiendo siempre lo esencial de los fenómenos. Describe también la situación política aspectos sociales, paisajes y todo cuanto considerara de interés.
Los años finales

Darwin, a partir de sus investigaciones durante el viaje el Beagle, elaboró una nueva teoría sobre el origen de las especies basada en las ideas de evolución y selección natural, conceptos que después de la publicación de sus libros, fueron ampliamente discutidos por las comunidades científicas y religiosas, siendo fuertemente apoyadas por las primeras y rechazadas por las segundas.

Hoy día, aunque una mayoría abrumadora de los biólogos consideran correctas las ideas de Darwin, existen aún lugares en que el debate religioso científico se mantiene, como en los Estados Unidos y en algunos lugares de Australia.

Darwin pasó el resto de sus años de vida, solucionando diversos aspectos de problemas surgidos luego de la publicación de su libro el Origen de las especies Sus libros posteriores, incluyendo La variación de los animales y plantas bajo domesticación (1868), El descendiente del hombre (1871), y La expresión de las emociones en los animales y el hombre (1872), fueron exposiciones detalladas de temas que se habían limitado a pequeñas secciones del Origen. La importancia de su trabajo fue reconocida por sus contemporáneos; siendo Darwin elegido por la Sociedad Real (1839) y por La Academia Francesa de Ciencias (1878).

Después de su muerte en Down (1882), se le rindió un homenaje póstumo, con el honor de ser sepultado en la abadía de Westminster.

Fuentes

*Darwin en Chile (1832-1835), Editorial Universitaria S.A., 4ª edición. Santiago (2005). 341 páginas

*Charles Darwin; Wikipedia

*Charles Darwin, La Evolución, Lectornet

*La Teoría de la Evolución y Algunas de sus Implicaciones. Internet

*La Teoría de la Evolución, Evolutionibus

*Charles Robert Darwin, Icarito

*Charles Darwin y el Darwinismo, Monografías.com

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Expediciones Científicas en las Américas. Primera Parte: HUMBOLDT EN AMÉRICA

Enviado por Hernán Ayarza Elorza

En esta serie sobre “Naturalistas del Siglo XIX” se tratará, en tres artículos sucesivos, lo referente a los viajes exploratorios de Humboldt, Darwin y Gay; por ser el primero uno de los sabios más prolíficos en cuanto a la creación del conocimiento, Darwin por haber desarrollado la teoría de la evolución, luego de su viaje por América, y Gay, por su contribución al conocimiento de las características naturales de Chile.

Así como el siglo XV es considerado el siglo de los descubrimientos geográficos, el siglo XIX debería ser considerado como el siglo de los naturalistas, ya que durante éste, se llevan a cabo los grandes viajes de exploración científica como los de Alexandre von Humboldt, Charles Darwin, Claudio Gay y muchos otros, que contribuyeron de manera notable al conocimiento científico de la flora fauna, y las características orográficas de América.

El viaje de Humboldt por América duró cinco años (1799-1804); partió en La Coruña, exploró Venezuela, Cuba, Nueva Granada, donde a partir de los páramos de Pasto, su ruta se relacionó con las huellas del antiguo Imperio de los Incas (Tawantinsuyo). Recorrió desde Quito hasta Cuenca, Cajamarca, Trujillo y en Lima se embarcó rumbo a México, desde donde, abandonando su proyecto de regresar vía las Filipinas, volvió a Europa, donde llegó el 3 de agosto de 1804.

Introducción

Alexander von Humboldt nace en Berlín el 14 de septiembre de 1769 y muere en la misma ciudad, el 6 de mayo de 1859. Naturalista, geólogo, mineralogista, astrónomo, explorador, sismólogo, vulcanólogo y demógrafo, es considerado uno de los últimos representantes del concepto universal del conocimiento, característico del movimiento de la Ilustración, siendo sin duda los principios de este moviendo una de las influencias más importantes de su accionar científico

La Ilustración, corriente intelectual de pensamiento que dominó Europa y en especial Francia durante casi todo el siglo XVIII, caracterizado por una gran confianza en la razón, como la forma de establecer un sistema autoritario ético, estético y de conocimientos, que arranca del Racionalismo y del Empirismo del siglo XVII para concluir en la Revolución Industrial del siglo XVIII, la Revolución Francesa y el Liberalismo. La expresión estética de este movimiento intelectual se denominará Neoclasicismo

El viaje de Humboldt

En 1797 viaja a Francia, donde conoce al talentoso botánico y cirujano francés Aimé Bompland, a quien asocia en sus planes de viaje. El 5 de junio de 1799, ambos zarpan del puerto de La Coruña hacia América, iniciando de esta manera una de las expediciones científicas más notables que hayan existido.

La primera etapa del viaje tenía como destino la isla de Cuba, pero una epidemia a bordo, los hace desembarcar en el puerto de Cumaná, en Venezuela, en junio de 1799, lo que consideran una oportunidad para conocer este país, por cuyo interior viajaron durante dieciséis meses; recorrieron más de 2.000 kilómetros, recolectando cerca de 5.000 especímenes de flora, 3.000 de los cuales eran desconocidos para la botánica europea. Entre los fenómenos que Humboldt estudió de cerca, estuvo el uso del caucho natural, la fisiología de la ánguila eléctrica y el curare, veneno desconocido en Europa.

Uno de los objetivos más importantes del viaje de Humboldt, era tratar de verificar científicamente, si había o no una comunicación natural entre las hoyas hidrográficas de los ríos Orinoco y Amazonas. Existía un canal natural de más de 300 kilómetros de curso, el Casiquiare, que une el río Orinoco en Venezuela con el río Negro en la cuenca brasileña. Siguiendo hacia su desembocadura; navegaron por este canal durante once días, hasta entrar nuevamente, en mayo de 1800, en el Orinoco, demostrando así la existencia de la comunicación entre las cuencas de ambos ríos.

En lo alto de un risco que dominaba al río Negro, Humboldt observó petroglifos lo que hizo nacer su fascinación con las culturas precolombinas y su convicción de que, lejos de ser gente primitiva, las tribus del Nuevo Mundo representaban sociedades avanzadas, las que habían tenido contacto marítimo transocéanico, habiendo degenerado con el paso del tiempo

Durante su viaje por Venezuela, Humboldt realizó cuidadosas observaciones de singularidades astronómicas —incluyendo un eclipse solar en octubre y una lluvia de meteoritos en noviembre de 1799, una de las más grandes de que se tenga registro—, junto con observaciones precisas de un terremoto y amplias anotaciones de lo que llamó “mareas atmosféricas”: un aumento y descenso en la temperatura y las mediciones barométricas de cuatro oscilaciones diarias, exactamente a la misma hora, correspondientes a una completa variación con el calor normal del día (“El mercurio baja de las 9 en punto de la mañana hasta las 4 de la tarde y luego sube hasta las 11, cae de nuevo hasta las 4:30, y vuelve subir hasta las 9”)

Deja Venezuela en diciembre de 1800 y después de un arriesgado viaje de 25 días, Humboldt y Bonpland desembarcaron en la Habana, Cuba, la “perla de las Antillas Españolas”. También era la capital del esclavismo en la región, controlado sobre todo por los británicos. Humboldt, basado en las estadísticas existentes, escribió uno de los documentos acusatorios, más devastadores de la esclavitud que se hayan presentado, criticando con dureza la escuela británica de Adam Smith por presentar la “mayor de las iniquidades” como un “beneficio universal”.

Humboldt, al saber que la expedición francesa que casi partiera hacía dos años con él a bordo desde Francia, estaba por zarpar hacia Sudamérica y los Mares del Sur, decidió alcanzarlo en Lima, Perú. Así es que en marzo de 1801, se dirigió de vuelta a Sudamérica.

A su llegada a Cartagena, Colombia, los viajeros se embarcaron en lo que serían dos largos años de viaje por la “columna vertebral de Sudamérica”, la Cordillera de los Andes. Aquí florecieron el conocimiento y las investigaciones de Humboldt en la geografía de las plantas, los fenómenos volcánicos de todo tipo, y en las múltiples facetas de la historia, la arqueología y la etnografía de las civilizaciones indias americanas. También dominó el montañismo de altura, estableciendo una marca mundial en las laderas del Chimborazo, Ecuador, que nadie superó por 30 años.

Tras sus hazañas de montañismo, los viajeros se encaminaron hacia el sur, cruzando la Cordillera de los Andes llegaron a las tibias aguas del Amazonas. Volvieron a cruzar las montañas hasta Cajamarca, donde Humboldt vio que la aguja de su brújula, se balanceaba de norte a sur: Esta fue la primera determinación de un valor exacto para el “ecuador magnético”, que serviría como norma mundial de medición por 35 años.

Poco después, desde las montañas de Trujillo, Perú, los viajeros divisaron el Pacífico. Luego pasaron dos meses empacando y enviando sus colecciones a México y Europa, tiempo que Humboldt aprovechó para realizar observaciones del tránsito de Mercurio cruzando el Sol, determinando con exactitud, también por primera vez, la longitud del Callao, puerto de Lima,

Humboldt decidió viajar desde ahí a la más avanzada de las posesiones españolas en las Américas, la Nueva España (México). Viajando en barco, en una escala en Guayaquil, Ecuador, hizo mediciones de la gran corriente fría de esa parte de la costa sudamericana, que viene del norte, misma que desde entonces se conoce en la geografía mundial como la Corriente de Humboldt, a pesar de las protestas reiteradas de Humboldt, de que de ningún modo él la había descubierto, sino que sólo la había investigado.

Humboldt y sus acompañantes viajaron relativamente poco en México, en comparación con las grandes distancias recorridas en las fases anteriores de la expedición, aunque Humboldt llevó a cabo aquí, la investigación más completa de todo su viaje, gracias al acceso sin precedentes a los archivos del vicerreinato concernientes a sus recursos naturales, su gobierno, sus ingresos y egresos, y mucho más. El resultado fue un tratado de geografía política que estableció una norma mundial para ese tipo de escritos en la época: Ensayo político del reino de la Nueva España.

Humboldt había pensado seguir hacia el oeste desde México para completar la circunnavegación del globo. Pero, en cambio, se dirigió a Europa. Sus razones, como lo expresara en una carta de la época, fueron: El estado lamentable de nuestros instrumentos, lo vano de nuestros esfuerzos por remplazarlos, la imposibilidad de reunirnos con el capitán Baudin y la falta de un barco que pudiera llevarnos a las islas encantadas del Pacífico Sur, pero sobre todo la urgente necesidad de emparejarnos con el rápido avance de la ciencia, que debería haberse producido en Europa durante nuestra ausencia, son los motivos para abandonar nuestro proyecto de regresar vía las Filipinas y por el Mar Rojo a Egipto.

Después de un breve alto en La Habana, se desvió para visitar los Estados Unidos de América y a su presidente, Thomas Jefferson, luego de lo cual, finalmente, desembarcaría en las costas europeas el 3 de agosto de 1804.
A modo de epílogo

De vuelta en Europa Humboldt se ocupó de la redacción de su libro Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, en el que una buena parte se refiere a su permanencia en Venezuela. En 1808 preparó la primera edición de su libro Cuadros de la naturaleza, y en 1829, publicó la obra Fragmentos de Geología y de Climatología Asiatica basada en las experiencias de su participación en una expedición al Asia, invitado por el Zar de Rusia. Dedicó casi las dos últimas décadas de su vida a la redacción de su obra Cosmos, cuya publicación se llevó a cabo de 1845 a 1857. Murió en Berlín el 6 de mayo del año 1859, siendo sepultados sus restos en el panteón de Tegel.

Fuentes: La principal fuente de información para la preparación de este artículo ha sido Internet de donde se ha tomado en particular lo siguiente;

*Los viajes de Humboldt a Centro y Sudamérica. Instituto Schiller

*Alejandro Humboldt” Historia de Venezuela para nosotros.

“La Ilustración”. Wikipedia, la enciclopedia libre

*Alejandro de Humboldt en las Américas. S. Velut, Ecole Normal Superior

*Alexander von Humboldt im Netz. M. Zeuske, Universidad de Colonia.

*¿Quién fue Alejandro Humboldt? Raisa Martín L., Cuba.

*Alexander von Humboldt (1769-1859). Biografías de Naturalistas.

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Descubrimiento de América. Tercera Parte: LOS VIAJES DE COLÓN

Por Hernán Ayarza Elorza

"Muchas veces se usa la expresión “descubrimiento de América” para referirse a la llegada de un grupo de europeos comandados por Cristóbal Colón, el 12 de octubre de 1492, a una isla del mar Caribe llamada Guanahani, en representación de los Reyes Católicos de España. Se trata, sin duda, de uno de los momentos culminantes de la historia universal porque significó el encuentro, aunque violento y brutal, de dos mundos humanos que se habían desarrollado independientemente, sin que ambos conocieran la existencia del otro. Colón pensaba que había llegado al continente asiático denominado Indias por los europeos. Murió sin saber que había llegado a un continente desconocido por Europa.

La citada expresión ha sido criticada como eurocentrista por los pueblos originarios de América, por los movimientos sociales y políticos americanos, y por diversos estudiosos, ya que cuando Colón llegó a América, el continente se encontraba poblado en toda su extensión2, habiendo sido descubierto por los antecesores de sus habitantes varios miles de años antes, sin olvidar que los vikingos3 europeos habían llegado a América del Norte ente los años 1000 y 1400. La discriminación e invisibilización de las culturas originarias de América por parte de los colonizadores europeos, en una política intencional y sistemática de estos últimos, que incluso llegaron a discutir si los pobladores de América tenían alma."

Debido a ello algunos historiadores han sostenido que, para referirse a este acontecimiento, resulta más adecuado utilizar expresiones como "llegada de Colón a América" o "llegada de los españoles a América". Eventualmente los términos “conquista de América”, ampliamente utilizado, o el menos habitual "invasión de América”, se refieren al proceso iniciado con este famoso viaje.

Se ha sostenido que el uso del término "descubrimiento de América" debiera reservarse sólo para la llegada del hombre a América.
Introducción

El conocimiento del planeta por los europeos, y desde luego cómo usarlo y explotarlo, creció durante el siglo XV como nunca antes. Por el año 1400, muchos creían aun que Jerusalén era el centro del mundo, en una época en que ya hacía siglos que los vikingos habían cruzado el Atlántico y que, aunque se aceptara que el planeta era esférico, como lo habían demostrado los griegos 2.000 años antes, se le consideraba aún integrado tan sólo por tres continentes: Europa, Asia y África, que encerraban el mar Mediterráneo. Pronto sería imposible sostener tales ideas.

La ruta al futuro en 1500 estaba cruzando los océanos, ya que todas las otras direcciones estaban bloqueadas. Los primeros contactos de Europa con Asia habían sido por tierra más que por mar, habiendo sido las caravanas, por las rutas del Asia Central, sus principales vías de contacto para el intercambio comercial, y Portugal había descubierto y reservado para si la ruta marítima, que bordeando África hasta el Cabo de Buena Esperanza para después navegar por el Océano Índico, llevaba a las Indias.

Naves y técnicas adecuadas para la navegación oceánica, que se habían perfeccionado mucho desde los días de los vikingos, estuvieron disponibles del siglo XIV en adelante. Ello hizo posible los enormes esfuerzos exploratorios, que harían que el siglo XV fuera considerado como el “siglo de las exploraciones”. Las perspectivas de grandes logros comerciales, el celo misionero y las espectativas diplomáticas, hicieron que algunos príncipes empezaran a subsidiar los viajes de exploración.

A fines de los años 1480, Cristóbal Colón, un navegante que se supone era genovés, logró el apoyo de la reina Isabel la Católica de España, para su proyecto de llegar a las Indias, cruzando el océano Atlántico hacia el oeste, condicionado este apoyo a que el futuro imperio quedaría en manos de la Corona de Castilla, lo que sería una de las consecuencias menores entre las más trascendentales que seguirían a la llegada de los españoles a América.

Colón se hizo a la mar desde el Puerto de Palos el 3 de Agosto de 1492, en tres pequeñas carabelas, iniciando el que sería el primero de los cuatro viajes que llevaría a cabo durante el periodo de 12 años, entre 1492 y 1504. Después de 69 días de navegación llegó la isla Guanahani, en el archipiélago de las Bahamas, a la que llamó San Salvador. Durante los casi tres meses que Colón permaneció en las tierras recién descubiertas, antes de regresar a España, descubrió la isla de Cuba, a la que llamó Juana, en honor a Juan, hijo e los reyes Católicos y la isla de Haití a la que llamó Hispaniola. El 2 de enero de 1493, el almirante se hace a la mar de regreso a España, sin imaginar que su arriesgado salto al vacío, lo había llevado, no a la India, sino a un nuevo continente, lo que cambiaría la historia del mundo.

El quince de marzo de 1493, Colón desembarca triunfal en el mismo Puerto de Palos, que seis meses antes lo había visto partir. El 15 de abril de ese mismo año, los Reyes Católicos lo reciben con gran pompa, ocasión en que se le confirman los títulos de Almirante del Mar Océano, Virrey y Gobernador de las islas que había descubierto. En esta entrevista Colón solicita apoyo a los reyes para organizar nuevos viajes, lo que le es concedido.

El 25 de Septiembre de 1493, se inició el segundo de los viajes de Colón, quien zarpó rumbo hacia el Nuevo Mundo con una flota de 17 navíos, con el propósito de fundar una base comercial y cristianizar a los nativos. Esta expedición, daría por resultado entre 1493 y 1496, el descubrimiento de las Antillas Menores y Jamaica, entre otras y la fundación, en el territorio de la actual República Dominicana, de una ciudad a la que llamó Isabela, en homenaje a la Reina de Castilla.

Los Reyes Católicos encargaron a Colón un tercer viaje, con el propósito de encontrar la ruta hacia la tierra de las especias. El 30 de mayo de 1498 zarpó con seis carabelas desde el puerto de Sanlúcar, arribando en julio de ese mismo año, a la isla de Trinidad. En este viaje descubrió la desembocadura del Orinoco y las costas de Venezuela. El comportamiento de Cristóbal Colón y sus hermanos es puesto en duda por parte de la expedición y, en 1500, Francisco Roldán lidera una rebelión en la que debe interceder el juez de la corona. En agosto de ese año los hermanos son llevados de vuelta a España, juzgados y finalmente puestos en libertad.

Como la Corona quería llegar antes que Portugal a las Indias, encarga a Colón un nuevo viaje, el que zarpa de Cádiz el 30 de julio de 1502, arribando al cabo de Honduras. En este viaje descubren Costa Rica, que cofunden con China. En enero de 1503, en el río Belén, encontraron oro, por lo cual deciden fundar la primera factoría y ciudad en la Isla de santo Domingo.

Colón falleció el 20 de mayo de 1506, sin saber que había descubierto un nuevo continente.

Cartografía de América de Nicolás Visscher (Siglo XVII)

Al término del relato de los viajes de Colón parece justo recordar, que al contrario de los navegantes portugueses, que habían navegado sistemáticamente alrededor de África, cuya existencia era conocida y hacia un destino conocido, Colón había ido a parar a unas islas desconocidas, en el punto de unión de dos continentes totalmente ignorados e imprevistos y, por lo tanto realmente “nuevos”, creyendo que eran la Indias, en Asia.. En 1495, en el primer mapa que mostraba estos descubrimientos, Cuba estaba adecuadamente descrita como una isla y no como Colón había hecho creer a su tripulación que era el continente asiático.

Consideraciones finales.

Hace poco más de 500 años, la expedición de Cristóbal Colón llegó a las costas de una isla, que más tarde se supo era un nuevo continente. Este fue el origen del encuentro de dos culturas que habían coexistido en un mismo planeta por siglos sin conocerse y que permitió -con mucha sangre y dolor de por medio- crear un nuevo mundo: América.

Este encuentro o desencuentro tuvo consecuencias inmediatas, como el exterminio masivo de poblaciones completas, la transformación de formas de vida, culturas y cosmovisiones. Las consecuencias de este encuentro perduran hasta estos días, pues la posterior conquista y colonización continuó afectando a los pueblos indígenas quienes por mucho tiempo fueron considerados ciudadanos de segunda categoría. La construcción de las repúblicas y los Estados nacionales continuó con la exclusión y se pretendió crear imaginarias naciones homogéneas, donde lo indígena quedó siempre en segundo plano.

La migración es parte de la conducta humana y es un fenómeno que afecta a grupos de personas (no a individuos) y que tiene consecuencias sociales, económicas y culturales tanto en el país de origen como al país de destino. A partir del siglo XV, la migración en América Latina se puede dividir en tres etapas, las dos primeras están relacionadas con la colonización europea mientras que la segunda tiene características globalizadoras en la cual hay una inversión del cuadro anterior. La primera fase (1450-1800), encabezada principalmente por España y Portugal tiene como foco América y está basada en el saqueo, asentamiento y trueque. La segunda fase (1800-1945) es dominada por la producción de materias primas, más que por el simple trueque. Durante esta fase, el principal poder ha pasado de manos españolas y portuguesas a manos inglesas y la apropiación de tierras en distintas áreas del mundo ha subido del 10% en 1714 a un 56% en 1914

Durante este período América Latina empieza a luchar por su independencia mientras otras regiones del mundo son colonizadas, como por ejemplo India y Africa. Ciertamente, la colonización establece un encuentro entre la cultura local y la foránea, pero ese encuentro no es "pacífico"; no se trata de un intercambio voluntario de experiencias, sino del dominio mediante la fuerza de una cultura sobre la otra. En este cuadro, la "cultura", es Europa, representada por los colonizadores y la no-cultura es América, representada por los habitantes originarios. Lo particular aquí es que la "cultura" se asienta y se afianza en un área dominada por una no-cultura que termina por transformarse radicalmente, a la vez que en el proceso, la "cultura" empieza también a cambiar y a diferenciarse de la cultura europea original.

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Descubrimiento de América. Primera Parte: LOS PRIMEROS POBLADORES DE AMÉRICA

Este es el primer aporte de Hernán Ayarza Elorza. Es parte de 7 artículos sobre la construcción de nuestra Multi América.

"Los europeos que desembarcaron durante los siglos XV y XVI en América, encontraron pueblos poseedores de una riquísima historia milenaria con diversos grados de desarrollo cultural que, como se sabe ahora, eran descendientes de clanes cazadores y recolectores nómadas que llegaron alrededor de unos 20.000 años atrás, pasando de Asia a América por el estrecho de Bering. Seguían a las manadas de las grandes bestias del Pleistoceno, como el mamut, el bisonte, los camélidos, etc, que eran su principal fuente de alimento proteico."

En este estrecho, a fines de la última glaciación, que duró aproximadamente del año 70.000 al 7.000 aC, se había producido un descenso en 100 metros del nivel de las aguas, que cubren la plataforma continental que une la península siberiana de Chukotsky con la península de Seward en Alaska.

Esto dejó en seco una gran plataforma de tierra continua que unía Asia y América por el que pasaron los migrantes. Esta plataforma, hoy sumergida a una profundidad media de sólo 40 metros, constituyó la gran masa de tierra continua entre ambos continentes, llamada el paso de Beringia, cuyo ancho osciló entre los 50 y los 80 kilómetros, de tundra cubierta de taiga seca.

La distancia entre el continente euroasiático y América es de unos 90 kilómetros, encontrándose en medio las islas Diómedes y, un poco más al sur, las islas Aleutianas, lo cual, perfectamente, pudo hacer más fácil el paso de una a otra masa continental

Sobre la antigüedad de las primeras oleadas migratorias, en las últimas décadas se han incrementado las evidencias de presencia humana más remota en nuestro continente. Así, la teoría de Hrdlika, firme partidario de un poblamiento reciente (12.000 años), ha sido ampliamente superada por nuevos hallazgos, así como también su tesis monorracial que ha sido criticada por Paul Rivet y Mendes Correa, quienes consideran que, aparte de los mongoloides que llegaron por el estrecho de Bering, también llegaron otros grupos migratorios paleolíticos, como melanesios y australianos por el Pacífico, sosteniendo ambos una tesis multirracial.

A fines del siglo XIX, las ideas de los científicos defensores de las teorías inmigracionistas, que sostenían que América había sido poblada por oleadas provenientes de otras regiones del planeta, habían empezado a imponerse, siendo consideradas hoy, como las más cercanas a la verdadera historia del poblamiento inicial del continente. Los más renombrados estudiosos del tema durante el siglo pasado, fueron el checo-estadounidense Alex Hrdlicka, el francés Paul Rivet y el portugués Mendes Correa, verdaderos clásicos de la antropología americana, aunque discrepan en algunos aspectos sobre los orígenes de los primeros pobladores del continente.

Según Hrdlicka, de acuerdo con su teoría del origen único, los primeros pobladores de América habrían sido cazadores paleomongoloides asiáticos, que ingresaron por el Estrecho de Bering, a fines del período Pleistoceno de la última Edad del Hielo. Las oleadas migratorias habrían seguido por el valle de Yukon de Alaska, hacia el sur, dispersándose después por el resto del continente

La teoría de la inmigración asiática de Hrdlika, firme partidario de un poblamiento reciente (12.000 años), se apoya, básicamente, en las semejanzas antroposomáticas que existen entre los asiáticos y americanos, tiene detractores, siendo el punto más atacado su tesis monorracial. Sobre la antigüedad de las primeras oleadas migratorias han aumentado, durante las últimas décadas, las evidencias de una presencia humana más remota en el continente americano, superando ampliamente la antigüedad que plantea Hrdlika.

La teoría de Paul Rivet sostiene que la población indígena americana, ha resultado de un cierto número de migraciones, unas por el estrecho de Bering y otras a través del Pacífico, con lo que refuta la tesis monorracial de Hrdlicka, al postular la existencia de varias corrientes migratorias aparte de la asiática mongoloide, estableciendo que América también fue poblada por melanesios y polinesios llegados por rutas transpacíficas, aceptando, incluso, la posibilidad de una inmigraciónaustraliana. Por esto la teoría de Rivet es llamada “polirracial”.

El portugués Mendes Correa ha sido el principal defensor de una inmigración australiana, a través de la Antártica. Según el antropólogo lusitano, los australianos, navegando en sencillas balsas, habrían llegado a Tasmania, a las islas Auckland y a la Antártica. Este frío continente pudo ser atravesado, posiblemente, cuando pasaba por un período de clima óptimo, unos 5.000 años aC. Después de varios siglos de recorrido por las costas antárticas, habrían arribado al Cabo de Hornos, en Tierra del Fuego, poblando más tarde la Patagonia.

Paul Rivet no encuentra inverosímil esta hipótesis, considerando que ha habido extensiones glaciares mayores que en los tiempos actuales, existiendo períodos de regresiones glaciares e interglaciares, como en el hemisferio norte, lo que podría haber dejado una faja libre de hielos en la costa antártica, permitiendo el establecimiento de humanos. Por analogía con lo conocido en el hemisferio norte, se podría situar esa sazón hacia unos 6.000 años antes del presente actual.

Los inmigrantes maoríes, aprovechando sus excelentes técnicas de navegación, habrían cruzado el Pacífico en viajes muy recientes –desde el primer milenio dC- para llegar a las costas occidentales de Sudamérica.

Ya en el continente, estos “paleoamericanos” como se les podría llamar, se desplazaron lentamente por América del Sur, llevando una vida nómada. Con el tiempo, diversos grupos se establecieron en diferentes regiones del continente donde, luego de un largo período de vida sedentaria, dieron origen a distintas culturas aborígenes, destacando algunas con un alto nivel de desarrollo, como las que encontraron los conquistadores españoles, destacando entre ellas, los aztecas, los mayas y los quechuas.

Los arqueólogos buscan incesantemente restos líticos y óseos que puedan informar de manera fidedigna sobre la historia del poblamiento inicial del continente americano. En casi todos los países de América, se han encontrado restos arqueológicos, algunos de los cuales sobrepasan los 30.000 años de antigüedad; sin embargo, la mayor parte de estos descubrimientos son desestimados por la comunidad científica cuando son escasos o no acreditan una clara intervención humana.

Las tradiciones líticas confirmadas más antiguas de América, corresponden a las puntas de flecha Clovis (11.000 aC) y Folsom (9.000 aC). Las puntas Clovis, halladas principalmente en Nuevo México, son acanaladas, de 10 a 12 centímetros de largo y casi perfectamente simétricas, bifaciales y filudas. Las puntas Folsom son acanaladas pero de menor tamaño, siendo muy eficaces para la caza del bisonte lanudo, la presa preferida de los cazadores ante la extinción de los mamuts. El bisonte se convirtió en el principal sostén de los amerindios paleolíticos que aprovecharon al máximo su carne en la alimentación, su cuero para el vestido y la vivienda, su estiércol seco como combustible y sus grandes cuernos y dientes, en la fabricación de utensilios, armas y adornos.

En 1976 se descubrió, al oeste de Puerto Montt (Chile), un importante yacimiento arqueológico, donde se han hallado rastros de la presencia humana de tal antigüedad, que cuestionan las teorías sobre la llegada del hombre a América en el tiempo. Las primeras excavaciones dataron fechas de presencia humana con una antigüedad de 12.500 años aC, lo que hace que se considere a Monte Verde, el sitio verificado más antiguo habitado por seres humanos.

Los descubrimientos arqueológicos de Monteverde y otros como Piedra Museo (Argentina), Piedra Furada (Brasil) y Topper (EE UU) han obligado a replantear completamente la teoría sobre el poblamiento tardío de América, que sostiene que el hombre ingresó al continente hace aproximadamente 13.500 años, dando fundamento a una nueva teoría, del poblamiento temprano, que ubica la fecha de ingreso entre los 23.000 y los 50.000 años antes el presente modificando, al mismo tiempo, las teorías sobre las rutas de entrada y difusión por el continente.

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Dec 2, 2006

Código Leander

El primer depósito de capital en nuestro banco viene desde México, y en especial, desde el proyecto de AMOXCALLI. Por años, prestigiosos y laburosos investigadores -repartidos por los continentes europeos y americanos- han hecho más accesible los códices que alguna vez fueron producidos en el seno de México. Para saber más, y adentrarse en el mundo nahuatl, pinche aquí.Agradecemos a Birgitta Leander por entregarnos nuestro primer aporte.

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